Pintura: Remedios Varo: el juego de la mente

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Mon 18th Aug, 2014

Generalmente cuando se habla de surrealismo se piensa solo en pintura; si bien abarcó otras expresiones artísticas: literatura, poesía, teatro y cine -que estaba aún en su primera infancia-, impregnando una filosofía que aún se percibe en algunas obras y corrientes de arte.
Aunque el término "surrealista" fuera inventado por el poeta Guillaume Apollinaire, unos años antes de la publicación del manifiesto, fue Andrè Bretón desde París quien llevó el primer estandarte del movimiento y le dio difusión, haciéndolo oficial; aunque sus verdaderos principios se pierden en la noche de los tiempos.
Según Gladys Villegas en M´sWeblog "El surrealismo ha sido el movimiento de vanguardia que más mujeres aglutinó en sus filas"...."dentro de un contexto social en el que las mujeres reivindican el derecho al trabajo y al voto". Pero, existen otras versiones quizás más acertadas -por el momento histórico que se vivía- que aseguran que la llegada de ellas al surrealismo se produjo principalmente por las relaciones sentimentales o de amistad con sus miembros, y más tarde por méritos propios.

 

 

Pinceladas de su vida

Remedios Varo Uranga nació en Anglés, Gerona el 16 de diciembre de 1908. Desde temprana edad aprendió a manejar con habilidad, instrumentos de dibujo y perspectiva, animada por su padre que era ingeniero hidráulico. Fue una gran admiradora de uno de los más importantes precursores del surrealismo Hyeronimus Bosch -El Bosco-; su padre, al comprobar sus progresos en el arte, le propone ingresar en la "Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid" con tan solo 15 años, donde coincide, entre otros artistas, con Maruja Mallo y Dalí. Allí estudia durante 6 años, y conoce a su futuro marido Gerardo Lizárraga, con el que más tarde viajaría a París, cuna del movimiento surrealista por esos años.
En París se une al grupo -logicofobista- otro movimiento de vanguardia, no tan famoso, pero que también había bebido los vientos de libertad de otras tendencias: ultraístas, dadaístas y metafísicos.


Poco después se desata en España la cruenta Guerra Civil. Remedios era ya una consumada pacifista, y junto con el poeta Benjamín Péret ayudan a los republicanos. En vista del terrible cariz que sigue teniendo en 1937 la Guerra Civil en España, deciden marcharse juntos a París, donde toman contacto con el grupo surrealista francés liderado por André Bretón.




Otra mirada surrealista

Influenciada por El Bosco, quien en 1501 pintó "El jardín de las delicias" adelantándose en 400 años al movimiento surrealista; Remedios también mostró un interés inusitado por la alquimia; crisoles y objetos fantásticos que ella convierte en reales. El conocimiento ancestral de la alquimia, poco difundido entre las mujeres, se deja ver en todo su esplendor en el cuadro llamado "Laboratorio" hoy con paradero desconocido. Otro ejemplo es "La creación de las aves" donde el atanor se convierte en un artilugio para pintar. La figura femenina está recubierta con plumas, como si fuera una lechuza -simbolismo del despertar- estar atento, y ver más allá, aún en la oscuridad. Y sobre la mesa incide un rayo de luz estelar, que da vida a las aves que pinta.


Remedios Varo se exilia en México

Cuando se produce la invasión nazi en Francia, y su caída en junio de 1940, Remedios Varo y Benjamín Pèret son encarcelados en un campo de concentración durante más de 1 año. A través del Comité para rescates de emergencia, un amigo americano de la pareja -Varian Fry- gestiona el exilio de ambos a México. En este país encuentran las facilidades que el gobierno mejicano otorga a los exiliados, Remedios obtiene permiso para trabajar, y en esta primera época se dedica, para subsistir, a la artesanía, y más tarde al dibujo publicitario. Consigue una rápida adaptación a México, donde entre otros hace amistad con Octavio Paz y Leonora Carrington -pintora surrealista- de procedencia inglesa.



En 1947 decide irse sola a Venezuela, donde trabaja para la farmaceútica Bayer de ese país, pero firma sus trabajos con su segundo apellido: Uranga, quizás por la intuición de que algún día, con su apellido Varo, podría firmar obras más importantes. Poco tiempo después conoce a Walter Gruen -diplomático austríaco- también exiliado, quien le sugiere deje otros trabajos menores y comerciales, para dedicarse solamente a pintar cuadros, los que realiza con gran maestría.
Convive con Walter hasta el final. El 8 de octubre de 1963 Remedios Varo fallece a causa de una parada cardíaca, quizás para vivir su sueño sobrenatural.


La deuda de Barcelona y Cataluña

Así como Dalí -grande entre los grandes pintores del siglo XX- consiguió una repercusión cada vez más extensa y merecida dentro del surrealismo, Remedios Varo pasa de puntillas por este movimiento, y solo en México, país de acogida de la pintora y en algunos círculos americanos, ha conseguido el reconocimiento de su obra. Y las exposiciones de sus obras, no solo en Cataluña, sino en el resto de España, han sido esporádicas y dispersas.
Mercé Ibarz destaca en su blog sobre la pintora: "No encontramos -una placa, por ejemplo- en la Plaza de Lesseps, donde Remedios vivió entre 1932 y 1937".
Otros pintores del surrealismo, reflejan o plasman en sus cuadros conflictos internos no resueltos provenientes del subconsciente, Remedios Varo, además de la autoafirmación de su condición femenina de la mayoría de sus personajes, de cara ovalada y ojos rasgados, que recuerdan invariablemente a la artista; consiguió sobre todo, en las pinturas flotantes dentro de ambientes medievales -seres fantásticos de su realismo mágico- más cerca de la transmutación de los alambiques; obtuvo con ello, la consecución de la operatoria alquímica que tanto la fascinó, y un nuevo espíritu recreado, capaz de transformar al mismo observador de sus cuadros.


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